Seguridad Vial

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¿Quién inventó el semáforo?

NOTICIA - Seguridad Vial

03/12/2023

¿Quién inventó los semáforos?

Desde hace muchas décadas, los semáforos forman parte de paisaje urbano de nuestros pueblos y ciudades, pero lo cierto es que su creación supuso una auténtica revolución en el ámbito de la seguridad vial y la movilidad. La comercialización masiva del automóvil y el gran crecimiento urbano experimentado en todo el mundo a partir de la segunda mitad del siglo XX, propiciaron su presencia global. Hoy vamos a conocer parte de su interesante historia.

Según la mayoría de los historiadores del motor y la seguridad vial, el origen del semáforo se sitúa en Inglaterra, en 1868, en el cruce de las calles George y Bridge, en el corazón de la histórica manzana londinense que alberga la abadía de Westminster, el Parlamento británico, la iglesia de Saint Margaret y la Corte Suprema. Su diseño fue obra de John Peake Knight, un ingeniero inglés que ideó un innovador dispositivo para regular el paso de los coches a partir de su larga experiencia en la fabricación de trenes, un ámbito en el que ya había aportado un gran número de dispositivos de seguridad.

Knight estaba alarmado ante la creciente accidentalidad experimentada en las calles de Londres. No en vano, dos años antes de la creación de su prototipo, en 1866, 1.102 personas habían perdido la vida en la ciudad de Londres en accidentes de circulación, la mayoría de ellas atropelladas por carros de caballos. Por eso, el británico diseñó un ingenioso dispositivo que contaba con dos lámparas de gas y dos largueros de metal que indicaban la prioridad de paso según se colocaran vertical u horizontalmente. Por la noche, un policía prendía dos mechas que, gracias a un pequeño depósito de gas que el semáforo llevaba incorporado, se encendían dos luces, roja o verde. El invento, que causó sensación en la ciudad, no tuvo un gran resultado, ya que era manual y exigía una persona que lo gestionara permanentemente.

La pujanza de la industria automovilística y la irrupción de la iluminación eléctrica, propiciaron que la modernización y actualización de la propuesta de Knight se trasladara a los Estados Unidos. De hecho, según algunos autores, el inventor del primer semáforo eléctrico fue Lester Wire, un oficial de policía de Salt Lake City que construyó un prototipo de madera en 1912. La iniciativa sentó las bases para que, en 1926, la ciudad instalará un sistema automático de regulación del tráfico.

Otros autores señalan al ingeniero Garrett Morgan, de Ohio, como inventor del semáforo eléctrico, que instaló en Cleveland. El aparato, creado en 1914, incluía el mismo sistema de luces ideado por Knight e incorporaba un altavoz para que la policía pudiera dar órdenes si lo estimaba oportuno. El color ámbar, que trata de ser una transición entre el rojo y verde para evitar situaciones de riesgo, no se introdujo hasta unos años después de la mano de William Potts, que lo incorporó en un prototipo instalado en la intersección de las avenidas Woodward y Michigan en Detroit.

¿Y en España?

En España, el primer sistema de semáforos se instaló en Madrid en 1926, en el cruce entre la Gran Vía (entonces Avenida del Conde Peñalver) y la calle Alcalá, en una pequeña isleta que existía frente al emblemático edificio Grassy. El aparato, que era doble, se colocó aprovechando la existencia de una gran farola de cuatro brazos, y costó la nada desdeñable cifra de 24.000 pesetas.

El sistema se completaba con otros dos aparatos: uno de colocación horizontal, frente al Banco de España y otro, en dirección a Cibeles, frente a la iglesia de San José. Además, el Ayuntamiento de Madrid colocó otras dos señales lumínicas, cuya función era advertir a los automovilistas que no podían pasar. La primera se encontraba en la calle Caballero de Gracia, paralela a la Gran Vía, y la segunda en la calle del Marqués de Valdeiglesias en su cruce con la calle de la Reina, justo al otro lado de la avenida. Este sistema, completamente desconocido para la mayoría de los ciudadanos, necesitó de la reforma del Reglamento de la Circulación de la ciudad y de la publicación de varios anuncios en la prensa de la época.