Cuando es entrevistado, Luis Montoro no solo responde preguntas sobre seguridad vial, sino que imparte clases magistrales. Después de décadas de docencia, tiene aún una pasión contagiosa por el conocimiento y la docencia que transmite de una forma didáctica y casi enciclopédica. Su tono es afable, cercano y ameno, pero que nadie se confunda: opina con libertad de temas complejos y polémicos, como la necesidad de aumentar el número de radares en España o la poca atención que se presta a la seguridad vial en los planes de estudio. Y no defrauda: escucharlo es necesario.

Una trayectoria extraordinaria

En 1994, cuando más de 5.600 personas perdían la vida en carretera en España y casi 34.000 resultaban heridas de gravedad, Luis Montoro, Licenciado en Filosofía y Psicología y Catedrático de Seguridad Vial, dio un paso al frente y creó el Instituto Universitario de Investigación en Tráfico y Seguridad Vial de la Universidad de Valencia (INTRAS), un centro multidisciplinar de investigación sobre el fenómeno de la accidentalidad que se ha convertido en un gran referente mundial en la materia. Posteriormente, creó la Fundación Española para la Seguridad Vial (FESVIAL), un proyecto impulsado por “un grupo de personas que pensábamos que era necesario crear una fundación que aglutinara en torno a la seguridad vial a muchas empresas y administraciones, y que contase con tres ejes fundamentales de actuación: la investigación, ya que tenemos que saber dónde y cuándo se producen los accidentes; la divulgación y, en tercer lugar, poner los medios necesarios para que podamos actuar sobre los siniestros”.

Preguntado por la razón de que, siendo psicólogo, dirigiera su actividad profesional a la seguridad vial, es claro: “puede resultar extraño, pero es algo totalmente justificado. Hay que tener en cuenta que hablar de seguridad vial es hacerlo de sanciones y control policial, de señalización, de ergonomía y, sobre todo, del factor humano, el más importante en la explicación de los accidentes”.

Medidas contra los accidentes

Tras la gran evolución vivida en las carreteras españolas después de la aprobación de medidas como el carné por puntos, la creación de la Fiscalía de Seguridad Vial o la reforma del Código Penal en material de seguridad en el tráfico, lo cierto es que las cifras de fallecidos en carretera se han estancado y han dejado de descender de forma significativa. 

Por eso, Montoro cree que es hora de ser valiente: “el riesgo percibido de ser sancionado en España es muy bajo, En Londres hay 400 radares y Valencia apenas tiene 7. Suecia tiene 2.500 radares y España solo 2.000 con 35 millones más de habitantes. Hay que aumentar la presión sobre el infractor”.

Además, cree que “tenemos un problema gravísimo con las motos, con los vehículos de movilidad personal, con las distracciones con el móvil y con los accidentes laborales, especialmente con el reparto, la llamada última milla”