95.865 acusaciones del Ministerio Fiscal y 95.302 sentencias. Esas son las cifras de procedimientos y resoluciones judiciales sobre seguridad vial registrados oficialmente por la Fiscalía General del Estado durante el pasado año. Unas cifras que, si bien suponen un descenso de los procedimientos de casi el 1% respecto a 2023, también revelan un incremento del 2,7% en el número de sentencias. En cualquier caso, parece que, poco a poco, las cifras vuelven a su cauce tras el gran repunte de 2022, en el que las acusaciones del Ministerio Fiscal sobrepasaron los 105.000 casos y las sentencias, las 104.000.

Pero de todos estos casos, ¿cuántos acaban en condena? Pues lo cierto es que muchos. La tasa de resolución, es decir, el porcentaje de sentencias condenatorias sobre el total de procesos, alcanzó el 74% en 2024, un punto más que el año anterior. Por territorios, la Comunidad Autónoma con mayor número de condenas por delitos contra la seguridad vial fue Cataluña, con 27.783, casi el doble que la segunda, Andalucía, con 15.703. En cuanto a la evolución, la peor tendencia también la experimentó Cataluña, con 9.000 condenas más que las dictadas en 2023. En el otro extremo se encuentran Canarias y la Comunidad Valenciana, en las que las condenas por delitos contra la seguridad vial experimentaron un retroceso de 1.946 y de 2.382 casos, respectivamente. 

Análisis por tipos penales

Según la Fiscalía, la evolución de cada tipo penal es la siguiente:

• Velocidad punible (artículo 379.1 CP): si bien el exceso de velocidad representa una de las sanciones más habituales en el ámbito administrativo, en el entono penal su frecuencia es residual. En 2024, se registraron 691 sentencias judiciales condenatorias (+18%), frente a los más de 3,4 millones de multas impuestas en vía administrativa. Por su parte, la tasa de condenas de este delito alcanzó el 40% en 2024.

• Conducción bajo los efectos del alcohol, drogas o psicofármacos (379.2): las condenas por ponerse al volante bajo los efectos de estas sustancias superaron las 47.000 sentencias, lo que supone un descenso del 6% respecto a 2023. Pero en perspectiva, el volumen de casos sigue alarmando. En los últimos 7 años (tracking aportado por la Fiscalía), los expedientes administrativos por consumo ilegal de drogas y alcohol en la conducción aumentaron en casi un 24%. La tasa de condenas de este delito fue del 74%.

• Conducción temeraria (art. 380 y 381 del CP): el artículo 380 prevé que el que conduzca con temeridad manifiesta y pusiera en un peligro concreto la vida o la integridad de las personas, se le impondrá, entre otras penas, una privación de libertad de entre 6 meses y 2 años de prisión. Este delito superó las 1.600 condenas, con un descenso del 10%. Por su parte, el artículo 681 del Código Penal, reservado para aquellos casos en los que existe un “manifiesto desprecio por la vida de los demás” experimentó un incremento del 17%, aunque con un volumen total muy contenido, de 104 casos. Las tasas de condenas de estos dos tipos penales fueron del 52% y del 28%, respectivamente.

• Negativa a someterse a un control de alcoholemia (art.383 del CP): la fiscalía no especifica los volúmenes vinculados a este artículo, pero si aporta un porcentaje de condenas del 94%. 

• Conducción sin permiso (art.384 del CP): se entiende bajo este tipo penal a aquellos conductores que conducen un vehículo habiendo perdido todos los puntos, por una sentencia judicial o por no haberlo obtenido nunca. En cualquier caso, las condenas por estas conductas en 2024 alcanzaron los 42.229 casos, un 14,6% más que en 2023. La tasa de condenas de este delito fue del 74%.

• Creación de grave riesgo para la conducción (art.385 del CP): este tipo, de volumen residual, tuvo un comportamiento llamativo durante el pasado año. Si bien el número de condenas fue muy reducido, de apenas 67 casos, el incremento es casi del 72% respecto a 2023. La tasa de condenas de este delito fue de apenas el 11%.