Que Suecia es la referencia de la seguridad vial es bien conocido. Sin embargo, no es algo que haya ocurrido por azar o de un día para otro, sino que responde a una cuidada estrategia que ha sabido encontrar el equilibrio entre la ambición y el realismo, adaptándose a cada momento y no cejando en su empeño pese a los contratiempos.

En 1997, tras 3 años de trabajo, el parlamento sueco lanzó “Visión Cero”, el programa estratégico sobre seguridad vial del país nórdico que se ha convertido en un verdadero referente a nivel mundial. El objetivo era claro y ambicioso: lograr que no se perdieran más vidas en la carretera y que ninguna persona quedara marcada para siempre por las lesiones graves. La iniciativa, administrada por “Business Sweden”, el Consejo Sueco de Comercio e Inversión y presente en más de 60 países, trataba de cambiar radicalmente la mentalidad de la sociedad civil: los objetivos basados en la reducción paulatina del número de fallecidos por accidentes de circulación son lentos y poco satisfactorios. O dicho de otra manera: hay que aspirar al máximo sin excusas y sin tardanza.

El programa planteaba alinear la política en materia de infraestructuras, automóviles, transportes y normativa, haciendo a todos los usuarios de la vía partícipes del objetivo de acabar con una lacra que, cada año, causa 1,3 millones de muertes en todo el mundo. Para ello, “Visión Cero” pone a disposición de la sociedad una plataforma de investigación y formación sobre tecnología y seguridad vial creada por el gobierno sueco que se asienta sobre 4 principios fundamentales:

• Ética: la vida y la salud humanas son prioritarias sobre la movilidad y el transporte.

• Corresponsabilidad: las autoridades, empresas y ciudadanos comparten la responsabilidad final en materia de seguridad vial.

• Seguridad: el error humano es, en mayor o menor medida, inevitable, por lo que el sistema debe tratar de evitarlos y minimizarlos.

• Mecanismos para la transformación: todos los agentes implicados en la seguridad vial tienen que trabajar en beneficio de la seguridad de todos, cooperando entre ellos y facilitando el cambio y la innovación.

Comienzos difíciles

Lograr un objetivo tan complicado no es sencillo. De hecho, los primeros resultados de “Visión Cero” no fueron todo lo brillantes que se esperaba: frente al 50% de reducción del número de fallecidos que se planteaba en el periodo 1997-2007, en ese tiempo, Suecia “solo” logró disminuir un 13% las muertes en carretera. Pero en los 4 años siguientes, la iniciativa comenzó a dar sus frutos, logrando reducir un 42% el número de fallecidos en accidente de tráfico frente al año 1997.

En cualquier caso, el gobierno sueco huye de triunfalismos, porque aún queda un largo camino por recorrer: en 2021, 314 personas perdieron la vida en las carreteras suecas. Una cifra aún alejada del objetivo final, pero que sitúa al país nórdico como la mayor potencia europea en materia de seguridad en carretera, con una ratio de fallecidos por millón de habitantes inalcanzable para la gran mayoría de países.

Ejes de Visión Cero

“Visión Cero” cuenta con tres ejes fundamentales para acelerar la consecución del objetivo final. Para ello, propone las siguientes líneas de actuación:

• Alineamiento gradual de la velocidad de los vehículos en función de la seguridad. Para ello, se plantea un sistema de calificación de la seguridad de la vía en función de los arcenes, la separación de carriles o las intersecciones.

• Mejorar la seguridad de los vehículos para minimizar los fallos humanos. Se debe trabajar en tres áreas diferentes: bloqueos del vehículo en caso de no usar cinturón de seguridad, bloqueos de alcohol y limitadores de velocidad inteligentes.

• Incentivar la seguridad en la sociedad a través de la colaboración con el sector privado.